
Testarrosa presenta un video musical con una estética new grunge 2014, ambientado en una cárcel abandonada que refuerza el aire industrial, crudo y melancólico del proyecto. La dirección visual combina texturas metálicas, luces frías y un entorno decadente que dialoga con la energía rebelde y emocional del tema.
En cuanto a sonido, Testarrosa rompe las fronteras de los géneros tradicionales: su música es un híbrido que fusiona rap, EDM y electrónica, generando una propuesta electrificada y experimental. Toma las bases rítmicas del rap/hip-hop, las transforma mediante una producción club con matices industriales y glitch, dando forma a un universo digital de texturas fragmentadas y atmósferas distorsionadas.
El resultado es un universo sonoro y visual que borra los límites entre lo analógico y lo digital, entre lo oscuro y lo vibrante, reflejando la identidad versátil y contemporánea de Testarrosa.



